viernes, mayo 1

Los Mitos Solares de la Medicina 04 - Grecia, La Luz de Apolo

El Sol del Amanecer
Grecia, La Luz de Apolo


En la Grecia clásica, Apolo se instituye en el origen de la Medicina: es la luz solar en su doble aspecto de Vida e Inteligencia Divina. Luego ésta fuente de salvación y curación es humanizada a través de aquellos seres intermedios entre el hombre y a la divinidad, los héroes, tal como Asclepios. 

Su leyenda dice que nació de la unión de Apolo y de Coronis. Esta, en ausencia del dios, le fue infiel prefiriendo los brazos de Ischys. Cuando Apolo lo supo se vengó e hizo que su hermana Artemisa la matase con sus flechas. Cuando el cuerpo de Coronis comenzó a ser quemado en la pira funeraria, Apolo recordó que estaba embarazada de un vástago suyo, y cortando el abdomen de Coronis, rescató al pequeño que se llamaría Asclepios.

Pero como toda leyenda, ésta posee claves internas que trataremos de desentrañar: lo que nos explica es cómo la luz solar encarnó dentro del alma humana, pero ésta de alguna manera traicionó a sus principios divinos enamorándose y apegándose en demasía a su vehículo físico, Ischys, dios menor que representa la “fuerza física”, olvidando de esta manera su origen celestial. 
De este compromiso entre lo celeste y lo terrestre, nace Asclepios, de un “corte”, tal como su nombre indica, y que representa también aquello que separa como un "escalpelo", que discierne, que sabe reconocer lo que forma parte “de lo uno y de lo otro”, tal como Platón los define al hablar de los dos componentes que participan en el ser del alma humana.

Asclepios
Posteriormente, sigue la leyenda, Apolo puso al pequeño Asclepios en las manos de Quirón, el centauro, para que fuese educado por él. Efectivamente, de Quirón, éste semihombre inmortal, que asoma su parte humana por encima de lo animal, es de quien recibe todas las enseñanzas secretas de los médicos, llegando así el arte de Asclepios a ser capaz de resucitar a los hombres.

Quirón representa a esos instructores divinos universales que con sus enseñanzas hacen que el hombre se eleve por encima de su parte animal, como su propia efigie representa. Quirón es pues el Gran Instructor por excelencia, en su cueva se reúnen todos los héroes para ser educados, es él quien los diviniza con sus enseñanzas. La mitología griega hace precisamente de Quirón el padre de las habilidades quirúrgicas, de quien toman su nombre. 

Quirón instruyendo a Aquiles
La leyenda sobre Quirón dice que herido en la pierna por accidente con una flecha envenenada, y no pudiendo morir al ser un inmortal, entre terribles sufrimientos suplicó a Zeus para que aliviara su dolor. Este accedió a intercambiar su inmortalidad con Prometo, el otro gran instructor de la Humanidad, quien relevó en su tarea a Quirón, liberando a éste, quien desde entonces después de morir ocupó un lugar en la bóveda celeste representado por la constelación del Centauro.

Son pues los seres superiores, también entre los griegos al igual que en otros civilizaciones, quienes fundan el arte médico y quienes nutren con sus enseñanzas a los grandes médicos. El amanecer de la Medicina es brillante, desde su comienzo, posee todas las habilidades y posibilidades, no es un comienzo oscuro y trabajoso tratando de desentrañar los misterios de la vida y la muerte poco a poco.

Hades, el dios del inframundo y señor de los muertos, al ver que Asclepios robaba de entre sus manos a los muertos, plantó una demanda ante Zeus. Este escuchó sus alegaciones, y con un rayo fulminó a Asclepios, aunque después le devolvió a la vida, bajo la condición, desde entonces impuesta a todos los asclepiades, y a sus descendientes, de no traspasar la barrera entre la vida y la muerte, de no abusar de sus poderes. Desde entonces, inexorablemente, paralelo al incremento del egoísmo y el vicio en la humanidad, los conocimientos ocultos de los médicos se fueron retirando del mundo, hasta casi desaparecer. No hay pues progreso, según los antiguos, sino en todo caso la posibilidad del retorno de aquello que ya existió.

Esta misma idea está presente en la mitología egipcia: el Eterno Retorno, la vuelta a los comienzos, cuando todavía el desorden y el caos no se había establecido, cuando Maat, la Justicia y la Rectitud, reinaban, tal como se dice en el Libro de los Muertos Egipcio. 

La Medicina era también en Egipto una revelación, era el Arte instituido por Thoth, dios de la sabiduría, entre los hombres, dado desde los comienzos mismos de la fundación de la civilización egipcia, y en el que no cabía la posibilidad de la invención de nuevas reglas, de nuevos cánones médicos, aunque sin embargo era posible incorporar a la sabiduría médica los detalles, los usos, las conquistas técnicas, pero nunca cambiando el armazón ideológico fundamental. Pero de eso hablaremos en otro artículo.

Continuará