lunes, abril 13

La Medicina en los Diálogos Platónicos 03 - El Timeo

EL TIMEO


Platón aquí nos enseña la importancia de la constitución general de la persona, y el valor del movimiento (gimnasia y música) para mantener la salud. La gimnasia hacia referencia no sólo a lo que hoy entendemos por tal, sino todas las destrezas tanto físicas como psicológicas relacionadas con el movimiento, como por ejemplo las artes marciales, el arte ecuestre, la lucha cuerpo a cuerpo, etc. En cuanto a la música se refería a todas artes derivadas de las musas, lo que hoy entenderíamos como educación general y artística.

Platón explica que todo lo bueno es bello y no carece de proporción, y por consiguiente el animal que es bello es aquél que posee la debida proporción. Hay dos clases de proporciones o simetrías: aquellas menores que consideramos al analizar los cuerpos, y aquellas mayores, no visibles, que son las que hay entre el alma y el cuerpo, esta última es la que tiene más importancia en la producción de vicio o virtud, o de salud y enfermedad.

Así cuando un armazón pequeño o débil es el vehículo de un alma poderosa, o viceversa, cuando un alma pequeña ocupa un cuerpo grande, entonces dicho animal no es bello, porque carece de la más importante de las simetrías, al menos para aquellos que tiene ojos para ver.

"Cuando en este compuesto (cuerpo y alma) hay una alma apasionada más poderosa que el cuerpo, el alma, digo, convulsiona y llena con desórdenes la totalidad de la naturaleza del hombre; y cuando está llena de ímpetu persiguiendo alguna clase de aprendizaje o estudio, la debilita; o también, al enseñar o discutir, en privado o en público, cuando surgen disputas o controversias, inflama y disuelve la estructura compuesta del hombre e introduce reumas; la mayoría de los profesores de medicina no entienden la naturaleza de este fenómeno, quienes lo adscriben a cosas opuestas a la verdadera causa. Una vez más, cuando un cuerpo es grande y muy fuerte, unido a un alma pequeña y una inteligencia débil, entonces, dado que existen dos tipos de deseos naturales en el hombre - uno por la comida para el cuerpo, y el otro de sabiduría para la parte más divina en nosotros, entonces, digo, que los movimientos del más fuerte, al conseguir lo mejor e incrementar su propio poder, haciendo que el alma esté más embotada, estúpida y olvidadiza, engendra ignorancia, que es la mayor de las enfermedades..."

La solución que Platón propone es que el cuerpo no debe moverse sin participación del alma, ni ésta sin el cuerpo. Así una persona dedicada intensamente, por ejemplo, a las matemáticas u otra tarea intelectual tiene que dedicar tiempo a la gimnasia. Y aquel que dedica atención a su cuerpo, debe también dedicar atención a la música y a la filosofía.

A imitación de la Madre Naturaleza, el cuerpo debe estar en suave y continuo movimiento que es la mejor defensa para cualquier movimiento externo. Por ejemplo, una persona que practicase regularmente Tai- chi, deporte, etc., podría adaptarse más fácilmente a los cambios climáticos.

Hay 3 clases de movimientos:
1.- El movimiento producido por uno mismo, que es mejor que el movimiento procedente del exterior porque está de acuerdo a nuestro cuerpo y pensamiento: la Gimnasia

2.- El movimiento hecho surgir por medio de actividades suaves que no fatiguen, como el navegar.

3.- El movimiento producido por purgaciones y otras medicinas, que es muy desaconsejable excepto en casos de extrema necesidad y en enfermedades muy peligrosas, pues el cuerpo tiene un tiempo determinado de subsistencia, y si por medio de medicinas alargamos dicho periodo creamos muchas más enfermedades y sufrimientos por causa de estas medicinas.

Platón no rechaza el uso de medicaciones fuertes, sino que advierte que solo se deben usar cuando existe un verdadero peligro. Dura lección que hemos aprendido con el tiempo, por ejemplo con el uso inmoderado de los antibióticos.