lunes, abril 13

La Medicina en los Diálogos Platónicos 01

LA MEDICINA en los DIÁLOGOS PLATÓNICOS


Una y otra vez, persistentemente, los medios de comunicación hablan de la erupción de nuevas enfermedades, nuevas epidemias de las que desconocemos la razón por la que han aparecido ahora precisamente. Los investigadores se afanan en encontrar sus causas y aplicar remedios más o menos adecuados, mientras que en algún lugar del mundo se gestan otras amenazas.

La salud y la enfermedad, no solo dependen del individuo que las padece sino también de múltiples causas relacionadas con las variaciones energéticas y ambientales de la Tierra, las influencias cósmicas, y sobre todo con la mayor o menor salud de los sistemas sociales y culturales en los que vivimos insertos. La Medicina se ha convertido en muchos casos en una especie de taller o almacén que recoge los despojos triturados producidos por una sociedad enferma.

Aunque los sistemas educativos modernos tratan de incluir enseñanzas acerca de la salud y cómo prevenir la enfermedad, esta formación se centra en la "calidad" o composición de lo que comemos, o en la forma de higienizar nuestras costumbres, pero en ningún caso educan al individuo a reconocer su propia constitución especial ni aconseja acerca de formas de vida adecuada a las características de cada persona, ni tampoco forma su carácter moral para saber enfrentar la enfermedad. Siempre hay que culpar a los otros, a Dios o al gobierno de lo que nos ocurre, siempre hay que buscar a alguien que pague por nuestros propios errores de conducta, y como consecuencia cada vez se dan más ca­sos de denuncias contra los sistemas sanitarios públicos o contra los profesionales de la medicina. No obstante la verdad es mucho más simple, tal como Platón nos enseña:
”Tratar enfermedades, excepto las producidas por epidemias y heridas, es algo vergonzoso porque es el resultado de llenar el cuerpo de líquidos y alimentos como si de una ciénaga se tratase. Así que nuevas enfermedades aparecen y se multiplican, y los médicos tienen que inventar nuevos nombres para ellas."
Platón, amante de la Medicina, a la que muchas veces compara en su acción con la tarea de gobernar un Estado, sin embargo no era médico, y quizá a eso se debía su franqueza al hablar de la medicina y los médicos, tal como pensaba, sin ningún tipo de restricción.

Así en la República Platón explica que aunque los discípulos de Asclepios conocían todo el arte médico, en los tiempos antiguos no se aplicaban a la medicina de los crónicos o de complacencia por considerarla algo impropio.

Luego con el correr del tiempo y el cambio de las costumbres aparecieron personas ricas, desocupadas, que "dedicaron su vida a estar enfermos", a curar su enfermedad, así cita el caso de un tal Herodicus, quien llegó a una edad muy avanzada a fuerza de estar curando siempre sus males, llevando un régimen de vida y dietético muy preciso que no podía abandonar en ningún momento, y que no le permitía dedicarse a otra cosa. Y no es que los hijos de Asclepios desconociesen como tratar este tipo de "muerte larga", sino que en otros tiempos, en un Estado bien organizado cada uno tenía una ocupación que atender, no tenían tiempo para estar enfermos, y si un doctor les aconsejaba tal o cual régimen, su contestación era que no podían dedicarse a seguirlo, así que volvían a su ocupación y bien curaban o morían, resolviéndose en ambos casos el problema.

Los Diálogos Platónicos abundan en referencias acerca de la medicina que veremos en los siguientes artículos.